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USANDO NUESTRAS PALABRAS

  • Pr.G.David Carmisciano
  • 16 ene 2017
  • 4 Min. de lectura

EL PODER DE NUESTRAS PALABRAS

"Nunca deberíamos estar bajo las circunstancias, las circunstancias deberían estar debajo de nosotros".

Mateo 12:35 "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas".

Como creyentes creados a imagen y semejanza de Dios, tenemos el mismo poder creador de Dios en nuestras palabras. Debemos aprender a usar nuestras palabras en la forma que la Biblia nos dice y como Dios quiere que hagamos, para poder mantener nuestra posición en el Reino de Dios, aquí en este mundo.

Cada creyente nacido de nuevo, en el Señor Jesucristo, tiene poder creador en sus palabras. Construye su futuro, como resultado de estas palabras. Es nuestra responsabilidad usar apropiadamente el poder de estas palabras y usarlas en la manera que Dios planeó que las usáramos.

Somos nosotros quienes dirigimos nuestro futuro, con nuestras palabras

Dios quiere que usemos nuestras palabras para edificar su Reino y no destruirlo. El problema, muchas veces, es que nosotros, como creyentes, hemos estado usando el arma que Dios nos dio en contra de nosotros mismos o el uno contra el otro.

En Efesios 6:13-18, esta lista nos muestra que, la única arma ofensiva es la Espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. La palabra "palabra", en esta porción de la Biblia, se refiere a la palabra hablada de Dios. Lo que significa que sólo es un arma cuando se habla. Por mucho tiempo, los creyentes han estado diciendo palabras como "no puedo hacer eso, no puedo ver a Dios respondiendo mis oraciones, estoy tan emocionado que me voy a morir" y palabras como ésas están produciendo muerte sobre nuestras vidas.

La intención de nuestras palabras fue la de traernos vida y no muerte

Decir cosas como "eso me alarmó hasta la muerte, tengo tantos problemas, nunca tengo suficiente" sólo van a producir muerte sobre nuestras vidas y no vida, porque Marcos 11:22-24 dice que tendremos lo que hablemos. Nosotros, como creyentes, debemos ser responsables con nuestras palabras.

La mentalidad religiosa

A la mayoría de las personas se les ha enseñado muy bien por medio de la religión (la religión es seguir mandamientos, sin una verdadera relación con Dios). La mayoría de las personas van, día a día, esperando que nada malo les suceda, sin la más mínima idea de que pueden causar que las cosas sucedan de una mejor forma. Su futuro está dentro de usted en este momento, a través de las palabras que diga por su boca. Pasar día a día, esperando que nada malo nos suceda, es una manera segura de fallar en la vida.

Entrenándonos a tener una mentalidad de justicia

Efesios 4:23-24 dice que necesitamos renovar el espíritu de nuestra mente. Toda la mentalidad debe ser renovada. Necesitamos entrenarnos, al punto de que, sin importar lo que estemos haciendo, si caminamos en la calle y escuchamos una cosa que va en contra de la Palabra de Dios o contra quiénes somos o qué tenemos, debería haber una alarma que suene en nuestro interior. Nuestras mentes deberían estar entrenadas para reconocer la duda y la incredulidad.

La lengua es como una herramienta que Dios pretendió que usemos para construir su Reino. Como creyentes, debemos usar nuestras palabras con propósito, para traer las cosas que queremos en nuestro futuro. Nunca deberíamos hablar negativamente sobre nuestras vidas, familia, futuro, etc., porque eso trae muerte, cuando Dios quiere que traigamos vida. Podemos cambiar el curso de nuestra vida, simplemente siendo selectivos acerca de nuestras palabras (Santiago 3:6). Cuando usamos una herramienta, la usamos con un propósito. Lo mismo es cierto al seleccionar nuestras palabras. Podemos usar nuestras palabras con propósito y edificar vida y no muerte, en una situación específica.

Cinco confesiones básicas que un creyente debería hacer sobre su vida.

Aquí hay cinco confesiones básicas que deberían estar activas en su vida. Hay cinco confesiones básicas que el creyente nacido de nuevo debería tener sobre su vida. Debería confesarlas a diario sobre su vida.

  1. Lo que Dios nos ha traído en Cristo, a través de la Redención. Efesios 1:3-14

  2. Lo que Dios y el Espíritu Santo hicieron en nosotros a través del plan de redención y que está a nuestra disposición, a través de la llenura del Espíritu Santo. Hablar en lenguas, conocer todas las cosas a través del Espíritu. 1 Corintios 2:9-11

  3. Qué somos para Dios en Cristo Jesús.

a. Somos importantes para Él. Juan 3:16, nos dio vida eterna enviando a su único hijo.

b. No sólo existimos y punto. Dios tiene planes y propósitos en nuestras vidas. Efesios 1:17-18 Colosenses 1:9, Jeremías 29:11.

4. Lo que Jesús está haciendo por nosotros, en este momento, a la diestra de Dios.

a. Intercediendo por nosotros. Hebreos 4:15

b. El es Señor, abogado, Salvador, cabeza de la iglesia. 1 Juan 2:1, Efesios 1:21-22.

5. Lo que Dios puede hacer, a través de nosotros, y lo que su Palabra hará, a través de nuestros labios. Mateo 28:18-20, Marcos 16:15-18.

En conclusión:

Estas son las cinco cosas que deberíamos estar confesando, sobre nuestras vidas, a diario. Cuando hacemos esto, cambiamos la dirección negativa a la que nuestras vidas se dirigen y empezamos a dirigir nuestras vidas hacia el lugar que Dios tiene para nosotros.


 
 
 

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