Hablando como un hijo y no como un extraño

Mateo 12:35 "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas".

Como creyentes, creados a imagen y semejanza de Dios, tenemos el mismo poder creador de Dios en nuestras palabras. Debemos aprender a usar nuestras palabras en la forma que la Biblia nos indica y como Dios quiere que lo hagamos, para mantener nuestra posición en el Reino de Dios, aquí en este mundo.

Cuando miramos a Hebreos 11:3 y Génesis 1, vemos a Dios creando los cielos y la tierra con sus palabras; palabras llenas de poder. También podemos ver que cuando Dios quiso crear algo, lo hizo con sus palabras. Las palabras de Dios tienen poder creador. Cuando Él quiso crear algo, lo habló y existió.

Dios usa sus palabras como un mecánico usa una herramienta. Él las usa con propósito específico. Ya que somos seres creados a imagen de Dios, tenemos en nuestras palabras el mismo poder creador que Dios tiene. Creamos cosas con las palabras que salen de nuestra boca. Como personas que tienen el poder creador de Dios en sus palabras, podemos aprender a usar nuestras palabras correctamente, para los propósitos del Reino de Dios y no trabajar contra el Reino de Dios.

Por ejemplo: Una de las herramientas de un pintor es una brocha. Con esa broca puede pintar una hermosa y colorida imagen. Nuestras lenguas son como brochas que pintan el futuro, en la voluntad de Dios.

Lo que la Palabra de Dios dice acerca de nuestras palabras

La Biblia tiene mucho que decir acerca de las palabras que salen de nuestras bocas.

• Proverbios 18:20 "Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre". Las cosas que decimos serán las cosas que nos traigan satisfacción.

• Proverbios 18:21 "La vida y la muerte están en el poder de la lengua". Nuestra lengua es la que determina si tendremos vida o muerte.

• Santiago 3:1-2 enseña que, si podemos controlar nuestras lenguas, podemos dirigir a todo el cuerpo.

Nuestras lenguas son pequeñas, pero pueden causar que recibamos las cosas de Dios o recibamos muerte, dependiendo de lo que decimos.

Sacar afuera

Mateo 12:35 nos muestra algunas cosas interesantes sobre nuestras palabras. "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas".

La palabra clave es "sacar afuera". Se refiere a las cosas que no existen aún. Sacamos o traemos a la realidad lo que no existe en nuestras vidas, por las palabras que salen de nuestra boca.

El resultado es lo que somos y tenemos hoy, es el resultado de lo que hemos dicho repetidamente en el pasado. Y lo que tengamos mañana, será el resultado de lo que digamos repetidamente hoy. Somos el producto de las palabras que salen de nuestras bocas.

La naturaleza de las palabras

El ser humano es la única criatura que usa palabras y tiene el control de lo que habla. Somos las únicas criaturas que podemos escoger nuestras palabras y, por tanto, escoger nuestro destino.

Sistemas de palabras

Hay sistemas enteros que gobiernan a todo este universo. Estas leyes gobiernan el universo, pero el creyente promedio, atraviesa la vida sin saber cuáles son y, como resultado, las leyes obran en su contra, en vez que a su favor.

Si no sabemos corno funciona algo, lo abusaremos. Por ejemplo, si alguien tiene un auto y no lee el libro de instrucciones, lo más seguro es que hará algo que no debe y causará daños al carro.

Lo mismo sucede en las vidas de muchos cristianos. No se han tomado el tiempo para leer el manual de instrucción de la vida, la Biblia, y están teniendo leyes obrando en su contra, las que Dios pretendió que obraran a su favor.

Palabras vanas

Mateo 12:36-37 "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán

Cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás

Condenado".

La palabra ociosa o vana, en esta porción de la Biblia, significa:

• Sin poder.

• Sin efecto.

En conclusión:

Estaremos en juicio por cada palabra a la que no le demos un uso apropiado. Debemos usar nuestras palabras como un mecánico usa una herramienta pues Dios mantiene un registro de la manera en la que las usamos. Seremos justificados por las palabras que salen de nuestras bocas.